8+1 Errores En Fotografía De Playa (Y Cómo Solucionarlos)
La playa en verano es un clásico, pero más allá de la fotografía de tus piececillos al sol con el mar de fondo, hay muchas posibilidades artísticas que explotar entre la arena y el mar. Ahora bien, ¿cuántas veces te has encontrado al volver a casa de tus vacaciones con que tus fotos de playa son un desastre, son aburridas, están mal expuestas o no tienen ningún interés artísticamente hablando? No eres el único o la única, todos hemos pasado por ello. El mar es tan hermoso que nos engaña, porque aunque nos parezca que su belleza en sí misma ya es una gran imagen, lo cierto es que suele no ser cierto en muchas ocasiones. Hace falta más, mucho más ;-). Y como por este lado del hemisferio nos adentramos de cabeza en el verano, y consecuentemente muchos de nosotros pasaremos por la playa, vamos a llevar hechos los deberes para evitar los errores más clásicos en fotografía de playa.
1. Horizontes torcidos
Es el error más clásico y el más vistoso y, si bien es cierto que es fácil de corregir con un programa de edición, también es cierto que no podrás corregirlo sin recortar de alguna forma la imagen. Yo que soy muy maniática del encuadre y la composición y no soporto tener que re-encuadrar una foto, no me lo puedo perdonar ;-).
Así que como las líneas horizontales que marcan la arena y el mar son muy dominantes en las fotografías de playa, si decides incluirlas en el encuadre, préstales debida atención antes de apretar el obturador. Puedes ayudarte activando las guías de ayuda en pantalla de tu cámara (ver tu manual de instrucciones).
2. Centro de interés poco claro
Este es otro clásico error en fotografía de playa, cuyo resultado hace que no entendamos la imagen o que no nos atraiga lo suficiente como para prestarle demasiada atención. Esto puede deberse a varios factores:
Una mala composición
Aprender a dirigir la mirada por el encuadre es un trabajo compositivo que puedes conseguir a través de las normas de composición básicas. En este caso te serán de especial ayuda reglas o normas como:
La regla de los tercios
La ley de la mirada (para retratos)
La ley del horizonte
Líneas para guiar la mirada del espectador
Perspectiva
3. Imágenes abarrotadas
A menos que tengas la suerte de encontrar un rincón paradisíaco secreto, probablemente compartirás playa con más de un turista playero, con más de una sombrilla, manguitos, bañadores chillones, flotadores, colchones, neveritas, etcétera, por lo que es especialmente importante que prestes atención a tu entorno a la hora de tomar tu fotografía. Busca a tu alrededor y piensa antes de disparar. Todo lo que no interese, procura que quede fuera del encuadre. Para ello prueba a acercarte más, a variar el encuadre, a cambiar el punto de vista, busca detalles fotogénicos, etcétera. En definitiva, piensa antes de disparar
No saber jugar con la profundidad de campo
La profundidad de campo es la zona enfocada en la imagen y está directamente relacionada con la apertura del diafragma de nuestra cámara. La profundidad de campo nos permite destacar a nuestro protagonista aislándolo del fondo (diafragmas abiertos) o bien integrarlo en el mismo a través de una elevada profundidad de campo (diafragmas cerrados).
4. No cuidar el fondo
Relacionado con las escenas abarrotadas, es especialmente importante que nos centremos no sólo en aquello que queremos destacar sino en todo aquello que lo rodea. Un mal fondo puede arruinarnos una foto fácilmente. Un precioso retrato con una sombrilla asomando por encima de la cabeza, un brazo, un codo… Seguro que no es la primera vez que te pasa y probablemente tampoco la única, pero a base de práctica aprenderás a estar atento a varias cosas a la vez.
5. Imágenes planas
Otro típico error en fotografía de playa son las imágenes planas, sin profundidad o con poca sensación de la misma, en la que el primer plano y el fondo quedan prácticamente pegados y no se aprecia la distancia entre uno y otro.
Para solucionarlo:
Prueba a trabajar las líneas y puntos de fuga
Trabaja los diferentes planos de la imagen. Imagina una piedra contra un cielo azul, verás cómo esa imagen no tiene apenas sensación de profundidad. En cambio, si imaginas un camino de piedras que se alejan paulatinamente, la sensación de profundidad aumenta.
Juega con la apertura del diafragma para destacar alguna zona en la imagen en particular.
Si tienes un Gran Angular, aprovéchalo, aumenta la sensación de profundidad de las imágenes.
6. La luz
Como siempre, pero especialmente en fotografía de playa, la luz puede ser tu gran aliada o tu peor enemiga.
Los principales problemas en la playa son las horas a las que solemos fotografiar nuestras escenas cotidianas. No sé si serás de los que van a la playa de 7am a 9am, yo por lo menos no, así que me suelo encontrar en situaciones en las que el sol está alto y la luz es dura y cenital (desde arriba). Eso se traduce en escenas de mucho contraste entre luces y sombras, en poca sensación de volumen de los objetos y, en retratos, en desagradables sombras bajo los ojos.
¿Qué solución tenemos entonces? La cosa pinta mal, ¿eh? No te preocupes, soluciones las hay:
En retratos:
Procura buscar la sombra de una sombrilla o similar.
No te olvides el parasol de la cámara en casa.
Cambia el ángulo de disparo desde el que retratas. Es decir, pídele por ejemplo que incline la cabeza hacia atrás ligeramente mirando al cielo para que se eliminen las zonas en sombra.
Utiliza el flash de relleno de tu cámara. Si bien no nos encanta este tipo de flash, en este caso te será muy útil.
En general:
Las mejores horas del día son las primeras y las últimas, cuando la iluminación es lateral, aumenta el volumen de los objetos, es suave y cálida.
Únete al enemigo, aprovecha para disparar a contraluz, sácale partido a las siluetas, en definitiva, sé creativo
7. Imágenes aburridas
El mejor ingrediente para huir del aburrimiento es buscar aquello que es diferente. Prueba a centrarte en detalles que encuentres a tu alrededor, presta atención a patrones que se repiten, al color, a escenas curiosas que sucedan cerca de ti, o a variar el ángulo de disparo.
8. Medición de la exposición
Dependiendo de cuál es el objetivo de tu fotografía (un paisaje, un objeto, un retrato…) así como de cuál sea la calidad o la dirección de la luz a la que te enfrentes, el modo de medición deberá ajustarse a cómo es la escena que tienes delante y cuál es el resultado que quieres obtener de ella. Es decir, en una escena de luz dura (alto contraste) si quieres hacer un retrato, probablemente la mejor opción es que utilices un modo de medición puntual. En cambio, si tienes ante ti un paisaje con una luz más homogénea, quizá te interese más una lectura matricial que te permita una correcta lectura general de la escena.
Si no sabes de lo que hablo no te preocupes, tenemos un artículo estupendo sobre exposición: Guía detallada: cómo realizar una correcta medición y exposición en tus fotografías
9. No cuidar el equipo
Este es el error definitivo, porque el resto de errores tienen más o menos solución, pero no cuidar bien el equipo cerca del mar y la arena puede costarte caro. Presta especial atención sobre todo en aquellos actos en los que el interior de la cámara quede expuesto (cambio de objetivos, de tarjetas, de baterías…). Pero, en general, procura tenerla bien alejada de la arena, guardarla en una mochila o bolso adecuados, evitar salpicaduras y, evidentemente, cuidado con los enemigos de lo ajeno. Una cámara en la playa es un jugoso caramelo, no te despistes.